sábado, 27 de marzo de 2010

EL ARTE DEL SALARIO EMOCIONAL*


Por mucho tiempo las organizaciones y departamentos relacionados con el tema de gestión humana han estado en constante búsqueda de las fórmulas que estimulen y motiven a las personas, el uso de incentivos económicos (salarios devengados) es una práctica común en este aspecto.

Sin embargo la necesidad de atraer y retener a personas clave en el mundo de hoy obliga a los negocios a buscar incentivos no económicos a fin de tener en los departamentos de las empresas personas más comprometidas y leales que le den solidez a la organización.

Muchas de las empresas tratan de aumentar la motivación en las personas a través de programas o jornadas pero éstos no son muy exitosos ya que rápidamente caen en la espera de un nuevo estímulo lo que nos hace pensar que falta algo más, convirtiéndose “El salario emocional como herramienta productiva” en una propuesta específica en la búsqueda de nuevas formas de lograr que la motivación sea la energía que empuje a las personas a generar logros y éxitos para la empresa además de darles más y mejores niveles de satisfacción.

El aporte que cada persona pueda dar al logro de los objetivos de la empresa puede ser lo que determine el éxito o fracaso de ésta, sobre todo si surgen en la organización las llamadas resistencias o actitudes defensivas que obstaculizan la capacidad de responder eficientemente a los constantes cambios de la época.

Una estrategia ganadora que condiciona o facilita el logro de los éxitos esperados en una empresa es pues el desarrollo de las personas.



IDEAS Y FUNDAMENTOS BASICOS DEL SALARIO EMOCIONAL COMO HERRAMIENTA PRODUCTIVA



I. DESEOS Y NECESIDADES COMO BASE DE LA MOTIVACIÓN


Las “necesidades” son el motor de la conducta humana, y constituyen un factor importante de la motivación.
Si bien, el planteamiento de A. Maslow respecto a su teoría de las necesidades sigue siendo un buen referente sobre este tema, hay una necesidad de replantearlo debido a que deja algunos vacíos importantes.

Un ejemplo de ello es cuando Maslow menciona que las necesidades son una jerarquía y forman una pirámide donde las necesidades fisiológicas y de seguridad son la base, sin embargo es fácil encontrar a personas o grupos con diferentes niveles de necesidades coincidiendo en el tiempo además de no explicar algunas situaciones motivacionales o sociales. Para entenderlo mejor, las necesidades las podemos dividir en:

a. LAS NECESIDADES BIOLÓGICAS.


Son aquellas regidas por las leyes de la biología y tienen como características especiales las siguientes:

 
* Forman parte del mecanismo homeostático, es decir buscan preservar la vida, si no se atienden pueden producir la muerte.

* Solo se manifiestan en situación de déficit.

* Su inicio lleva a la búsqueda de satis factores que una vez encontrados y alcanzado el nivel adecuado cierra el proceso



b. LAS NECESIDADES NO BIOLOGICAS (PSICOLOGICAS O SOCIALES)

Son aquellas regidas por la psicología y expresadas en los procesos sociales. Entendiendo que la sobrevivencia es la situación en la cual las necesidades biológicas tienen su sentido, las personas se rigen más por las necesidades no biológicas o psicológicas salvo ciertas situaciones de peligro;

Si estamos apurados daremos mayor importancia a la hora que al hambre que podamos tener.

La característica principal de estas necesidades es que son subjetivas y no especificas ni objetivas, aunque algunas veces según el significado o la intensidad de su búsqueda conserve la fuerza de las necesidades biológicas.



II. LAS NECESIDADES Y LA MOTIVACION

 
La motivación muchas veces está ligada a situaciones circunstanciales; las personas usamos sistemas de prioridades de tal forma que podemos dejar en un segundo plano a las necesidades que por lógica serían prioritarias para la vida misma, dando preferencias a satisfactores totalmente diferentes a los satisfactores fundamentales.

 
Estos sistemas de prioridades o predisposiciones ligadas al valor subjetivo de fantasía que le damos a las cosas se crean a partir de los deseos.



III. LAS BASES DEL BIEN-ESTAR


El placer y el bien-estar surgen cuando las necesidades biológicas son satisfechas; por el lado contrario el displacer o dolor surge cuando estas no son satisfechas.

 
Muchas veces encontramos que al lograr un satisfactor muy importante, muy deseado al conseguirlo no se logra el placer que debería, esto sucede cuando las personas ponen “algo más” en el satisfactor además de lo que éste pudiera ofrecer por sí mismo, este manejo lo hacemos las personas y nos permite postergar la satisfacción de un deseo y la motivación a pesar de no haber logrado el objetivo deseado mientras se está en proceso positivo de lograrlo.

 
Si bien la Felicidad es un ideal de la situación perfecta inalcanzable podemos sentirla a cada momento, en ese estar feliz momentáneo surge el concepto de bien- estar, como un estado emocional positivo relacionado con la calidad y cantidad de estímulos que se reciben y se valoran en una determinada circunstancia, cuyos patrones pueden cambiar o repetirse.

 
Los estímulos del bien-estar están enmarcados en las siguientes leyes:

 
1. Los estímulos son de naturaleza variada, pueden ser vistos de formas verbales, físicas, simbólicas, escritas, positivas o negativas y valorizados de forma diferente según sea la fuente.
2. La interrelación humana es el contexto fundamental por ello el aislamiento llega a convertirse en el cuadro más doloroso.
 3. La cantidad de estímulo que se requiere depende de la historia y circunstancias personales


4. El bien-estar está relacionado con el predominio o facilidad de encontrar estímulos positivos, mientras que malestar con la ausencia y predominio de estimulas negativos.


5. La ausencia de estímulos se convierte en un punto álgido, por lo que muchas veces preferimos ser regañados que ser ignorados o no tomados en cuenta.


6. Una importante fuente de motivación es la esperanza de recibir estímulos positivos y la desesperanza es la causa de ruptura o cambio de empresa.



IV. LA MOTIVACIÓN EN SÍ


El siguiente concepto nos sirve de base para plantear el concepto de Salario emocional:


“La motivación es la predisposición positiva para participar de forma activa en los procesos que faciliten o lleven a las personas a vivir las experiencias o situaciones que se valoran subjetivamente como satisfactores a sus deseos o necesidades” (R. Paredes 1994)
 La predisposición es un estado mental en el que las ideas que se relacionan con los impulsos predominan sobre las resistencias.


Otro estado mental está dado por la capacidad que tenemos los seres humanos de valorar a las personas, cosas y situaciones convirtiéndolas en satisfactores deseables generadores de bien-estar en cualquier aspecto de nuestra vida lo que implica un proceso simple o complejo, relacionado con la manera de poner esperanzas en el futuro.


La motivación será entonces la capacidad de plantear el estimulo para que las personas organicen su mente de tal forma que generen esperanzas de experiencia positivas por las cuales valga la pena poner esfuerzo tiempo y la vida que sea necesaria, este proceso no necesariamente es fácil pero si es necesario y frecuente en todas las situaciones de la vida cotidiana o de contexto organizacional



V. ¿QUE ES EL SALARIO EMOCIONAL?


Salario Emocional (SE) “son todos aquellos elementos o situaciones (tangibles o no) que la empresa otorga que hacen que aumente el bienestar personal, emocional y social de los colaboradores y que no son del tipo monetario”


Estos elementos serán simbólicos o satisfactores de esperanzas de las personas y a diferencia del salario nominal que es un acuerdo básico que la empresa establece otorgar al trabajador a cambio de los servicios y aportes que éste pueda dar en beneficio de la empresa, el salario emocional (SE) es una especial disposición de la empresa que se basa en valorar y darle prioridad a las personas, considerándolas como ejes estratégicos fundamentales.


El salario emocional consta de algunos factores que permiten entender su complejidad y hacer que el factor humano tenga la importancia debida:


1) Que las empresas pongan igual energía e interés en convertirse en una empresa atractiva altamente calificada como fuente de trabajo que le permita escoger entre las mejores opciones de personas para su contratación que en incrementar su participación en el mercado.


2) Un buen servicio al cliente de una empresa está ligado a la actitud o disposición de sus colaboradores, por lo tanto no se necesita únicamente de políticas ni técnicas para lograrlo.


3) Si no tenemos motivada a nuestra gente será muy difícil hacerlo con los clientes externos, por lo que toda estrategia de servicio al cliente debe ser diseñada, y previamente probada con los clientes Internos.


4) Muchos costos ocultos se eliminarían de las empresas logrando la identificación y motivación de los colaboradores, ya que puede darse el caso de existir resistencia o poca disposición de éstos y que muchos vean como transitorios sus puestos hasta encontrar el empleo que llene sus expectativas.


5) El salario emocional (SE) puede ayudarnos a formar equipos efectivos estableciendo las bases para el desarrollo de las actitudes necesarias para tal fin.





VI. EL PROCESO DEL SALARIO EMOCIONAL COMO ESTRUCTURA


Implica hacer del factor humano un factor estratégico y un ente valioso para las empresas siendo ésta a su vez una fuente de valor para sus clientes.


Las personas que tienen puesta su esperanza en lograr sus objetivos de vida dentro de la organización serán las más dispuestas a dar lo mejor de sí mismos (esfuerzo y capacidad) para conservar sus puestos de trabajo, sentando las bases para la formación de equipos de trabajo con lealtad y motivados hacia las metas de la organización las cuales serán también sus propias metas.


Por lo tanto debemos diseñar condiciones de trabajo que hagan que las personas vean a la empresa como una oportunidad de trabajo en el que vale la pena hacer un esfuerzo para entrar convirtiéndose en su segundo hogar para toda la vida buscando un equilibrio entre la vida profesional, social y familiar..


 VII. EL SALARIO ENOCIONAL COMO HERRAMIENTA PRODUCTIVA, UNA CULTURA


El concepto de felicidad es visto muchas veces como algo estático “donde se llega y los problemas se acaban” así mismo las personas ven a la empresa desde esta perspectiva como “ideal” y originando frustración en ellas.


Existen momentos que presentan las mejores condiciones para el logro de objetivos y si queremos aumentar las posibilidades de estos logros, debemos colocar estas condiciones como punto de partida en el trabajo. Sin embargo esto no será suficiente, ya que se necesita de un esfuerzo permanente hasta lograr una verdadera cultura de excelencia, convirtiéndose el Salario Emocional como herramienta productiva en uno de los pilares.


Salario Emocional como herramienta productiva es definido de la siguiente manera:


“Grado o posibilidad de bien-estar que puede obtenerse como resultado de los estímulos y experiencias que reciben las personas de diferentes fuentes dentro de la empresa”.


Una idea que se basa en los siguientes puntos concretos:


1. Establecer como prioridad el grado de bienestar del cliente interno, estableciendo mecanismos de medición directos o indirectos de las situaciones de la vida cotidiana que muestren su participación y su actitud.


2. Reconocer que la mayor fuente de bien-estar de las personas está relacionado con su interrelación con las personas que son vistas como importantes en su medio: compañeros, jefes, clientes, proveedores, etc. Por lo cual vale la pena contar con formulas para incentivar, promover o premiar las interrelaciones armónicas


3. Hacer conciencia de que los colaboradores tienen dos importantes fuentes de donde recibir los estímulos de bien-estar:


a. Todo lo que la empresa haga para mostrar que la contribución de las personas es importante y que la valora y se preocupa de darle toda retroalimentación positiva o negativa necesaria para lograr las metas y objetivos (estímulos empresariales).


b. la interrelación con las personas que siempre se puede mejorar, lo que constituye un gran tesoro para ellas (estímulos).


4. Las empresas deben comprender que los programas y los principales procesos tienen como base el grado de motivación e identidad de los colaboradores, ligados al grado de bien-estar que obtienen o esperan obtener.


5. El camino para incentivar o contribuir la cultura alrededor del concepto de Salario Económico como herramienta productiva, comienza con crear diseños para implementar el manejo de cuatro pilares o valores fundamentales.


Estos cuatro valores son:


i. El destino común:


Consiste en reconocer que las personas que compartimos un determinado tiempo un destino común, como las personas que suben en un mismo ascensor, compartimos más peligros y oportunidades de las que pensamos y en darse cuenta de que ello puede ser la invitación a empezar a confiar y descubrir que es más fácil compartir todo lo bueno y malo que nos pase si enfrentamos juntos el destino común.


ii. La amistad


En el contexto del Salario Emocional como herramienta productiva, se centra el concepto de amistad como función y como medio para lograr mejores interrelaciones.


iii. La Cooperación


Implica descubrir que la forma más inteligente de resolver los retos ya sea grandes o pequeños es con una actitud de cooperación.


iv. El Aprendizaje Continuo


Consiste en reconocer que si se aspira a la excelencia, solo se puede crecer en base a disciplina y responsabilidad en la tarea y que, según las condiciones de cada departamento y de los distintos planes, se puedan crear equipos de estudio y desarrollo que fácilmente logren formar equipos con metas comunes.


Si se maneja adecuadamente estos valores, se logrará que luchen por los incentivos propuestos y es posible que en medio del camino desarrollen amistad por medio de la cooperación en el desarrollo del equipo, como la mejor manera de encontrar y vivir el destino común.

Agregando las ideas o valores necesarios para completar el esquema y haciendo un diseño personal para incorporarlo a nuestra empresa descubriremos como el salario emocional como herramienta productiva puede ser la respuesta para lograr la excelencia.

 
Los dejamos con este video que puede ayudarlos mucho.








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Extractos del libro "La Gente Hace la Diferencia" de Ediciones Metanoia; resumido por Odalis Inguanse, Ingeniera Industrial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

LA TEOLOGÍA LITÚRGICA

"Los valores humanos de la celebración se suman a los específicos de la liturgia cristiana"


Teología de la Celebración

Las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia (SC 26)

Generalidades


El hombre por naturaleza es un ser celebrante y es ésta una de sus manifestaciones que lo aproximan a su plena realización: el hombre no puede dejar de celebrar, si lo hace mutilaría algo de sí, dejaría de ser él mismo. Pero ¿qué tiene que ver la celebración con el hombre? Tiene que ver mucho, pues ella se basa en la dimensión expresiva y festiva del hombre, dimensión innata y esencial en él.



El hombre es un “animal religioso”, está religado al Absoluto (vive una constante relación con Dios), que lo llama a religarse también con “los otros”. Los hombres construyen de esta manera un sistema solidario de creencias (religión) para religarse con “el totalmente Otro”. Esta religación la ejecutan desde la celebración, pues el hombre quiere celebrar siempre el encuentro de gozo con el Absoluto, fin y verdad de su existencia.



Desde la fe podemos reafirmar lo anterior, ya que el hombre celebra el encuentro gozoso con aquel que lo ha salvado y creado. Este acto celebrativo de la fe se da desde la Liturgia, haciéndose acto significativo, ritual y festivo dentro de un lugar y de un tiempo concretos.

El Concilio Vaticano II recordó que las acciones litúrgicas pertenecen a la Iglesia y tienen como sujeto a todo el Pueblo de Dios (cf. SC 26). El Catecismo de la Iglesia Católica utiliza también esta categoría en el título de la segunda parte, y dedica a este concepto un capítulo (cf. CEC 1135-1209).



Entonces, para que la Liturgia sea una Celebración, es necesario que asuma y transforme la vida, y para ello tener una comunidad viva, porque participa de la vida, es decir, es solidaria con “los gozos y esperanzas, tristezas y angustias” de nuestro pueblo. Sólo una comunidad solidaria con la historia, que vive inserta en el proceso del país podrá rezar válidamente sin alienación.

La celebración tiene como núcleo central el Misterio Pascual del Señor. Este Misterio Pascual del Señor debemos descubrirlo y celebrarlo en nuestra historia, pues Él nos salvó en la historia y nos sigue salvando en ella.


Aproximación al Concepto de Celebración

Desde la etimología “celebrar” y “celebración” proceden del latín (celebrare-celebratio), lo mismo que el adjetivo “célebre” (céleber). Desde el punto de vista etimológico significan lo mismo que frecuentare, es decir, el acto de reunirse varias personas en un mismo lugar. Celebrar implica siempre una referencia a un acontecimiento que provoca un recuerdo o un sentimiento común. Célebre es no sólo el lugar frecuentado para la reunión, sino también el momento de la reunión, y naturalmente el hecho que la motiva.

En el lenguaje común latino estas palabras tenían como objeto las fiestas paganas, los juegos del circo y los espectáculos en general, con un evidente matiz popular, comunitario e, incluso, religioso. La palabra celebrar y sus derivadas se cargaron de acepciones honoríficas, para con los dioses y para con los hombres que eran venerados –por ejemplo, los héroes de la guerra o los atletas-, aludiendo también a las manifestaciones externas del honor y la veneración (boato, solemnidad, etc.).


1. Desde la antropología

- La Celebración es un acontecimiento social y comunitario.

- Es un medio de relación y encuentro.


- La Celebración crea apertura y provoca un acercamiento sobre la base de unos ideales o de unos intereses comunes.


- Es un factor de unificación de un grupo en orden a compartir una misma experiencia estética, religiosa o política, o para adoptar un determinado compromiso.. Por lo tanto es un factor educativo y catalizador moral de un grupo.


- La celebración quiere ser algo vivo, no aprisionado por una lógica fría y desencarnada (el texto y la ceremonia son un medio al servicio de los fines de la celebración).


- Celebrar es sinónimo de «hacer fiesta», o sea, jugar en el sentido más positivo de este término. Por eso celebrar es una actividad libre, gratuita, desinteresada, inútil, es decir, no utilizable con fines extrínsecos, aunque llena de sentido y orientada a poner en movimiento las energías del espíritu y la capacidad de trascender lo inmediato y ordinario para abrirse a la belleza, a la libertad y al bien. Celebrar es presentimiento y anticipo de la eternidad.



2. Desde La Teología de la Liturgia



Los valores humanos de la celebración se suman a los específicos de la liturgia cristiana.


1. La celebración tiene una dimensión actualizadora de la salvación. La celebración no es un mero recordar, sino presencia “eficaz” de Dios. Es una epifanía del amor de Dios sobre los hombres.


2. La celebración tiene una dimensión escatológica. “En la liturgia terrena pregustamos y participamos de la liturgia celestial” (SC 8). Es el “ya, pero todavía no”.


3. La celebración tiene una dimensión comunitaria y eclesial. La celebración es una acción de Cristo y su Pueblo, jerárquicamente ordenado, es decir, de Cristo Cabeza y de los miembros de su Cuerpo. La celebración es causa y manifestación de la Iglesia. De esta manera la celebración litúrgica incide en la misión y en la pastoral de la Iglesia; en la vida social y política.


El fin primario de la celebración es la actualización en Palabras y Gestos, de la salvación que Dios realiza en su Hijo Jesucristo por el poder del Espíritu Santo. En la celebración se evoca para que se haga presente la salvación (vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo) en sus acontecimientos. El verbo celebrar traduce la expresión bíblica hacer memoria






Definición y aspectos de la celebración



Sumando los factores antropológicos y teológicos que configuran la celebración, se puede llegar a una definición de este fenómeno social tan complejo.

1. Debemos rescatar el carácter de “acción total”, tanto a nivel personal y social que posee la celebración. Por lo tanto, la celebración tiene una dimensión ritual: celebrar es actuar ritualmente, de manera significativa, movidos por un acontecimiento. En este sentido la celebración es la liturgia de la acción. Desde este punto de vista la celebración posee cuatro componentes: el acontecimiento que motiva la celebración, la comunidad que se hace asamblea celebrante, la acción ritual y el clima festivo que lo llena todo.

2. La celebración es “manifestación de una presencia salvadora que comunica la salvación”. La celebración de esta manera posee una dimensión mistérica. Ella responde a la “liturgia como misterio” (presencia y actuación de Dios en la historia).

3. La celebración “afecta a toda la existencia” orientándola y convirtiéndola en ofrenda grata a Dios. La celebración, por lo tanto, posee una dimensión existencial. La celebración responde a la “liturgia como vida”. En la celebración se hace símbolo y gesto la realidad cotidiana de una existencia convertida en culto al Padre en el Espíritu y la Verdad, santificada precisamente en la celebración. Por eso podemos decir que la liturgia es “fuente y cima” de la vida cristiana (cf. LG11; SC 10).



En consecuencia podemos llegar a una definición de la celebración y diremos que es el momento expresivo simbólico, ritual y sacramental en el que la liturgia se hace acto que evoca y hace presente, mediante “palabras y gestos”, la salvación realizada por Dios en Jesucristo con el poder del Espíritu Santo.











jueves, 25 de marzo de 2010

EL HOMBRE Y SUS ESPERANZAS, "Hacia la comprensión de la virtud de la Esperanza"


EL HOMBRE Y SUS ESPERANZAS


Todos los hombres de cualquier condición social, sexo, raza lengua, cultura, anhelan alcanzar la plena realización. Esta puede estar marcada por los parámetros de la temporalidad o romper dicha temporalidad en el advenimiento de una vida futura orientada hacia la trascendencia. 

El anhelo de plenitud del hombre se traduce en esa actitud de espera perseverante que debe calmar lo inquieto que tiene de sí la persona humana. Es aquí donde nace la esperanza, que es como el amor, una de las más simples y primarias actitudes del viviente. A través de ella el hombre “con el corazón inquieto” desea y quiere alcanzar el “bonum arduum futurum” (el bien arduo futuro) hacia la penosa, “aún no” de la plenitud, tanto natural como sobrenatural. Pero los cambios acelerados que vive la humanidad crean una tensión en el hombre que repercuten en el discernimiento de los valores perennes que ha de compaginarlos, al mismo tiempo, con los nuevos descubrimientos; de ahí que, agitado entre la esperanza y la angustia se cuestiona sobre la evolución del mundo actual: 
“Entre tan contradictorias situaciones, la mayoría de nuestros contemporáneos no llegan a conocer bien los valores perennes ni pueden armonizarlos con los nuevamente descubiertos. Por ello, con gran inquietud se preguntan, sufriendo entre la esperanza y la angustia, sobre la actual evolución del mundo. Esta evolución desafía a los hombres -más aún, les obliga- a dar una respuesta.” (Concilio Vaticano II, Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et Spes, n. 4e)


Todos los hombres tenemos el legítimo derecho de ir saciando nuestras aspiraciones fundamentales en el logro de necesidades vitales para la existencia humana: pan, trabajo, techo, vestido, etc. No se contrapone la plenitud temporal con la sobrenatural, es mas, el hambre de plenitud temporal se subordina a la plenitud sobrenatural (2 Pe 3,13). Nuestras esperas de realización en esta tierra están animadas por la esperanza que nos lanza hacia la realización en la vida futura donde “esperamos cielos nuevos y tierra nueva”:
“...nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo...” (Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, 2 Pe 3,13)
Por lo tanto, “la esperanza no es incompatible con las esperas, ni debe evacuar el interés por los logros al alcance del hombre. Con otras palabras: espera-esperanza no suponen como correlatos respectivos, actividad-pasividad” (Cfr. RUIZ DE LA PEÑA, Juan Luis. La otra dimensión. Escatología cristiana. 3° ed. Sal Terrae 1986, Santander-España. p. 24: PRESENCIA TEOLÓGICA N° 29.

Cada persona debe luchar por ir alcanzando a lo largo de esta vida aquello que desea y puede hacerle mejor. ¡Cómo no querer tener mejores condiciones de vida! que auguren una vida feliz en esta tierra, en nuestro país, en nuestra ciudad, en nuestro hogar. No podemos quedarnos inertes, pasivos, pensando que todo se va solucionar y no hacemos nada por ser parte de esa solución. Si somos creyentes, nuestras esperas deben estar animadas por esa esperanza de que un día gozaremos plenamente en el Creador, en su Reino que transformará nuestros cuerpos y el mundo entero.
  
“...La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste claramente que somos hijos de Dios. Porque la creación perdió su verdadera finalidad, no por su propia voluntad, sino porque Dios así lo había dispuesto; pero le quedaba siempre la esperanza” (Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, Rm 8,19-20ss)

“ La esperanza es la renuncia radical a cualquier cálculo sobre el futuro, la humilde observancia de los límites impuestos a nuestro conocimiento, la subordinación de nuestros deseos a las exigencias de las luchas de la vida. El objetivo de la esperanza nos llama a “vigilar y orar”. El creyente que lucha por una corona incorruptible no debe cuidarse de renuncias (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, 1Col 9,25). La esperanza resulta motivo de purificación personal (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento,1 Jn 3,3) y mueve a buscar la santidad (Cfr.Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, Hb 12,14) sin la cual nadie podrá ver a Dios ”.

Para el creyente la esperanza es una virtud cristiana que lo mueve a superar cualquier obstáculo que se le presente en su camino. No cabe en él la resignación, pues ella no es realmente una virtud: “la resignación es la descomposición de la esperanza”. Resignarse es “encogerse de hombros” frente al mal existente y permanecer inactivo, considerando que en el más allá las cosas sí que serán diferentes: (Cfr. FERRER MAYER, Víctor. Moral de la persona. Moral especial I. Guía de Estudio. Ed. FTPCL 1997, Lima, p.129)


¡EN BUSCA DE LA ESPERANZA!

• La Esperanza que nace de la Promesa de Dios es ante todo Protesta: Se levanta contra la situación actual y traza la perspectiva de un futuro diferente (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, Ap 21,3-4).



• La Esperanza no es Resignación, pues Jesucristo no se resigna: Cristo no se resigna a la miseria de muchos, ésta provocada por la riqueza insolente de otros (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, Lc 6,20ss; Mt 5,3ss).

• La Esperanza no hacer caer en la Desesperación: La desesperación turba ese futuro absoluto que anhelamos (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, 2 Pe 3,13).



• La Esperanza Libera: la protesta que nace de la promesa esperanzadora libera de cualquier violencia interna y externa que podamos sufrir. Por eso no caer en protestas infantiles e infantilizantes (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, Mc 1,15).



• La Esperanza es ante todo Constancia: Es estar perseverantes ante la dificultad, ante la prueba, ante el sufrimiento, como Cristo que sufrió el suplicio de la Cruz para salvarnos (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, Heb 12,2ss; Rm 5,3ss; 8,25; 1 Tes 1,3).



• La Esperanza está asegurada por la Fe que constituye su sustancia (Cfr. Sagrada Escritura, Nuevo Testamento, Heb 11,1).



PARA REFLEXIONAR Y COMPARTIR:

- ¿Cuáles son aquellas esperas que quiero alcanzar en mi vida (mediano plazo, a largo plazo)?

- ¿Ante el hecho de no poder alcanzar los logros que pretendo, me “desespero”? , ¿Cómo repercute esta desesperación en mi pareja, en mi familia, en mi centro laboral, “en mi vida cristiana”?

- ¿”Tiro la toalla” cuando no alcanzo mi objetivo y caigo en la resignación, o fortalecido en la Fe y en la Esperanza lucho sin cesar?

- ¿Qué debo hacer para combatir y salir victorioso ante la desesperación y la desesperanza?

Orar y Reflexionar de manera responsorial el Salmo 71 (70) repitiendo como antífona el versículo 5, te ayudará bastante.




¡BIENVENIDOS!




Queridos amigos y amigas:

Les damos la más cordial Bienvenida a este espacio de Innovación y Reflexión para aquellos que quieren alcanzar el éxito emprendedor. por eso nace de nuestro corazón un lema y axioma: Ser "UN NUEVO PROYECTO, UNA NUEVA RESPUESTA".

Queremos ser la esperanza joven a un mundo que anhela y quiere vivir en la paz, la justicia y la armonía desde la solidaridad que produce el auténtico desarrollo. Queremos compartir nuestros sueños y hacer de ellos un hermoso y sotenible proyecto que pueda darnos el correcto equilibro para hacer de nuestro hogar, el mundo, el espacio de "todos" y "para todos", respetando, distribuyendo y cuidando nuestros recursos, "Don de nuestro Creador".

SOMOS UN NUEVO PROYECTO, gestando con ilusión y creatividad alternativas viables para el desarrollo de nuestros pueblos; la innovación es la actitud básica en nuestra acción.

SOMOS UNA NUEVA RESPUESTA, mostrando desde nuestra esencia la bondad recibida por nuestro Creador que nos ha hecho co-creadores: "todo lo hizo bueno" y haremos "bueno" lo que toquemos con nuestra vida y compromiso.

Confiamos en nuestra fuerza, inteligencia y bondad, pues "somos la respuesta".

En esta tribuna abierta, este aerópago de la reflexión a través de "la gestión del talento humano", "el coaching empresarial y educativo", "la publicidad y el marketing", "la pedagogía", "la filosofía", "la teología pastoral" entre otros, te invitamos a caminar innovando desde lo que haces y harás por ti, los tuyos y los demás. Estás llamado al éxito, pues eres el milagro más grande del mundo, el "emprendedor" que esperábamos, por eso no dudes en que "¡¡¡HACIÉNDOLA!!!" lo estás "logrando", alcanzándo "ya" el "éxito transformador". ¡Bienvenido!