viernes, 18 de febrero de 2011

¿SERÁ LIBERTAD?!!!

Esta reflexión ha sido elaborada por el P. Juan Carlos Sáenz Vargas, sacerdote y misionero peruano que pertenece a la Diócesis de Tegusigalpa, Honduras, y está visitándonos por Lima a espera de un nuevo destino misionero en los EE.UU.

El pasado 14 de febrero, ante los acontecimientos dados en las inmediaciones de la Plaza de Armas o para ser más exactos, en el Atrio de la Catedral de Lima, se dieron unos altercados entre la Policía Nacional del Perú  y unos Ciudadanos que en el marco de las celebraciones por el Día de los Enamorados, quisieron demostrar sus sentimientos amorosos de manera inadecuada. Este hecho tuvo trascendencia porque  los que realizaban estas demostraciones eran personas que tenían como pareja a otra de su mismo sexo. Como era de esperarse, ante la peculiar demostración, los custodios de la ley  intervinieron retirando a la fuerza a singulares parejas;  al instante, una vez más, saltó a la palestra el tema, y justo en estos tiempos en el cual nuestro país se prepara para vivir las, dicen que, “fiestas electorales” donde  cualquier motivo, escándalo o acontecimiento raro, puede ser bueno para ganar adeptos u opositores, para ganar popularidad o simplemente hablar de algo, o peor aún, hablar y hasta prometer lo que no se conoce, o ni les importa.

Sin embargo, no se puede dejar de lado el tema sin antes expresar lo siguiente.  
Todos sabemos que el hombre es un ser libre y  de respeto, con derechos y obligaciones, el hombre es un ser social por naturaleza, vive en una sociedad y depende de ella; el hombre, desde la concepción religiosa,  es también y sobre todo, hijo de Dios; de allí viene su dignidad y por ende su trascendencia. El hombre está llamado a ser feliz, y en el recorrido de su vida, luchará constantemente por alcanzarla, tanto individual como comunitariamente, porque desde nuestra fe, se es feliz en comunión,  y esta es la razón por la que es preciso profundizar el tema.

El significado del concepto felicidad,  lamentablemente se ha ido degenerando con el pasar del tiempo, como también el de la libertad, estos hermanos y hermanas que viven situaciones similares en todas partes del mundo,  mencionan que son libres, y tienen la libertad de demostrar sus sentimientos como cualquier otra pareja, y que si no se lo permiten, es por causa de una homofobia, que a su vez atenta contra sus derechos y su libertad.

En primer lugar la libertad es de todos y no sólo de algunos, todos tenemos derechos, y desde esa realidad es que se ha tenido que implementar en la vida social, leyes que salvaguarden el derecho de todos sin menoscabar la de alguna o algunas  personas.  La libertad según Aristóteles es la tendencia natural del hombre que lo conduce a ser feliz; sin embargo aclara que esta búsqueda de la libertad,  regida o parametrada por principios éticos, actúa dentro de normas morales establecidas por los ciudadanos conforme a las leyes del estado. Por consiguiente es libre quien asumiendo los principios éticos y morales obra sin temor a ser coaccionado o restringido.

Estas personas que sufrieron agresiones por parte de la Policía,  de la cual no estoy de acuerdo, lamentablemente tergiversaron el sentido verdadero de libertad, generando ellos mismos la agresión recibida; ellos violentaron con sus actitudes  las leyes civiles que directa o indirectamente hablan del tema, más aun, agredieron los principios morales que rigen la formación de nuestros niños, adolescentes y parte de la juventud de nuestro pueblo; no se puede en nombre de la libertad individual violentar el bien común; la libertad que tienen todos de ver y escuchar aquello que nutre nuestro conocimiento y nuestro corazón de buenas obras, de buenos comportamientos delante del prójimo, porque todos los hombres merecen respeto. Aun así, la opción que alguien tome en cuanto a su vida personal y sobre todo íntima, sea o no moral, mientras no afecte al orden público, aunque no sea compartido, merece respeto por parte de los demás.

Las demostraciones que realizaron estos hermanos y hermanas y que suscitó la intervención de la Policía, también podían ser tomadas como una "provocación" o "querer hacer noticia", pues el lugar donde lo realizaron, el atrio de la Catedral, se circunscribe al espacio de la institución religiosa que tiene como uno de sus principios la defensa del más débil y desprotegido en todos los sentidos, la defensa de aquellos que están en plena formación tanto física como psíquica y espiritual. Esta Iglesia Católica, que en diferentes oportunidades y en todo el mundo, ha tenido que expresarse al respecto, es Maestra en cuestiones de Fe y de Costumbres, realidad que ha quedado demostrada,  demuestra y lo seguirá demostrando, sobre todo con sus obras,  en todos los campos del quehacer  humano;  esta Iglesia que no sólo es compuesta por los consagrados por el Sacramento del Orden y las diferentes congregaciones religiosas, sino también por todos los bautizados; y que en ella, todos tenemos derechos y deberes, y porque en ella vivimos y existimos, estamos llamados a ayudarnos como también a corregirnos mutuamente con caridad, siendo tolerantes pero también  firmes, pues todos somos una sola familia, y "a la familia se le protege",  se le corrige, pero sobre todo se le ama.

Por consiguiente, estoy seguro que en las diferentes ocasiones en las que los responsables de la guía de nuestra Iglesia Católica han tenido que elevar su voz, en razón de estos tipos de problemas, lo han hecho pensando en el bien de las dos partes, porque todos sin excepción somos hijos de Dios.

Amigos, amigas, no lo olviden, antes que cualquier gusto personal está el bien de los demás, porque en el bien del prójimo esta nuestra propia felicidad.