Desde ya hace
muchos años la formación y el entrenamiento de los nuevos líderes viene siendo
fragmentada por respuestas inmediatistas que sólo crean expectativas
momentáneas y no perdurables ni mucho menos sostenibles. La influencia de las
ciencias de la administración y algunas propuestas de corrientes psicológicas
han dominado el ser y quehacer del líder moderno. La educación básica y
superior no responden muchas veces a los nuevos retos que nos plantea esta
sociedad líquida y del conocimiento. La influencia de la “nueva era” ha
suscitado experiencias en la persona donde la respuesta a lo divino se
entremezcla con respuestas panteístas, reduciendo nuestra mirada de Dios a un
mero influjo de energía cósmica sanadora-mágica, desnaturalizando el sentido de
la fe a una relación de corte sentimentalista y no “fides quaerens intellectum”,
una fe que busca ser comprendida. Como resultado hemos llegado al extremo de
ensalzar al “Super Hombre” como único “hacedor” de su felicidad. Nada más falso
y contradictorio.
El Coaching Pastoral quiere ser una
respuesta oportuna a esta realidad, buscando “liberar el potencial de las personas y despertar el liderazgo
transformador cristiano, maximizando de esta manera el nivel de logro en la
esfera personal, comunitaria y profesional”. El movimiento de este nuevo
coaching es “de adentro (convicción=ser) hacia afuera (acción=hacer)”,
desterrando toda creencia limitante que impide una eficiente gestión del líder
pastoral, que busca transformar el mundo con la novedad del Evangelio desde no
sólo su liderazgo, sino su “testimoniazgo”. Los enfoques de entrenamiento del
liderazgo de ahora, en su mayoría me atrevería a decir, son de afuera (sólo
acción), hacia adentro (poca convicción), saturando al líder sólo con
herramientas e instrumentos no explotando su potencial y creatividad como hijo
de Dios: SE BUSCA PLANTILLAR AL LÍDER. El Coaching Pastoral genera una
“metanoia pastoral”, cambio de mentalidad en el enfoque reduccionista e
inmediatista del liderazgo pastoral en todas las dimensiones y etapas de la
vida del cristiano. Genera “creatividad inspiradora”, “comunicabilidad armónica”
y “operatividad transformadora”. El Coaching Pastoral NO ES Psicoterapia, NO ES
Acompañamiento o Dirección Espiritual, NO ES Catequesis. ES ENTRENAMIENTO.
Enriquece la catequesis buscando respuestas proactivas en el liderazgo del
catequista y genera herramientas creativas para el acompañamiento de personas.
EL COACHING PASTORAL ES “ENTRENAMIENTO” PARA LA VIDA, DESDE EL SER PARA EL
HACER CON CONVICCIÓN. Tocamos “el ser del líder” desde la experiencia del
“aprendizaje transformacional” (nueva forma de aprender que busca en la persona
abrir posibilidades, para generar nuevas respuestas donde antes no las había) y
desde el reencuentro vivificador con Jesucristo, desterrando toda creencia
limitante que impide que aflore el verdadero liderazgo. Hacemos que en líder
explote armónicamente todo su potencial, pues ha sido creado a imagen y
semejanza de Dios, llamado a ser señor y dueño de la Creación. Propugnamos un
liderazgo centrado en la ética y en los valores desde el liderazgo
transformador de Jesucristo, el Buen Pastor, que nos invita como líderes de Él
a “Ir por todo el mundo haciendo
discípulos” (Mt. 28, 19).