domingo, 18 de diciembre de 2011

LIDERAZGO VISIONARIO Y CREATIVO



Los cambios estratégicos se visualizan en la mente de los líderes de la organización.  Es en este sentido, que el nuevo milenio demanda una nueva visión para crear organizaciones en constante aprendizaje e innovadoras.  Para ello se necesita que los líderes compartan su visión y los valores, definan sus estrategias y comuniquen claramente las reglas del juego, sobre todo las relacionadas con los incentivos y reconocimientos.
Es en este sentido que surge la necesidad de gestionar el conocimiento como un enfoque sistemático e integrado para identificar, gestionar y compartir todos los activos de información de la empresa, incluyendo bases de datos, documentos, políticas, procedimientos, así como experiencia y expertise (especialización) del personal.
En esencia, se trata de poner al alcance de todos, la información colectiva y experiencia de la organización, para que a su vez, las personas la utilicen estratégicamente para la toma de decisiones.  Por lo tanto, todos son igualmente responsables de alimentar la base de datos.  Este ciclo continuo fortalece a las organizaciones, estimula la colaboración, elimina fronteras territoriales y empodera a las personas para que mejoren continuamente la forma en que trabajan.
La llave del éxito radica en la cultura organizacional.  Si el personal no siente confianza de que puede o debe comunicarse con libertad, entonces ni la mejor tecnología del mundo hará que vuelquen su conocimiento libremente o que aprendan nuevos conocimientos.  Es un reto y una responsabilidad tanto para los líderes como para todas las personas que entienden que al compartir conocimientos y herramientas se solucionan más rápido y eficazmente las demandas de los clientes.
Las gerencias de recursos humanos pueden fortalecer la cultura de aprendizaje, teniendo en cuenta los siguientes puntos:
  • Sensibilizar al personal acerca del valor de la gestión del conocimiento.
  • Ofrecer capacitación, gestión del desempeño y otras herramientas.
  • Integrar los esfuerzos de selección y desarrollo de carreras para construir una cultura de compartir el conocimiento.
  • Centrarse en aquellos procesos que permitan aprender y compartir conocimientos entre distintos “territorios” de la organización.
  • Organizar redes de aprendizaje.
  • Ser un modelo para compartir las mejores prácticas.
Los beneficios de una cultura de compartir el conocimiento redundan en una mejor selección de personal y una ventaja para retener al personal clave.  Las personas se sienten atraídas por organizaciones donde se aprecian sus contribuciones y se espera que colaboren.
Fuente: Comunidad Laborum


Les comparto este video que complementará la reflexión:








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